Santiago aysine - Salta la banca!

"La meta a alcanzar va a ser siempre la misma: quedar en la historia, para siempre."

-¿Qué fue lo que te impulso a juntarte con Beto e iniciar este proyecto?

En primera instancia, la necesidad de poder darle voz a todas mis escrituras. En segundo lugar, la pasión que siento por la trova, por el acústico, por esa coloratura. Y en tercer lugar, y el más importante, la necesidad de compartir algo tan intenso como la música, con un hermano del alma.

-“Ya no somos dos ahora” era un titulo que contaba algo, en ese caso, la nueva etapa que estaban iniciando. ¿Qué cuenta “Seremos”?

Todo lo que apostamos que Salta la Banca puede llegar a gestar, todo lo que sabemos que somos, gracias a lo que fuimos.

-¿Qué cambios muestra la banda en este segundo proyecto?

Uff, incontables. El sonido es otro, el contenido es otro, el trabajo es otro, el mensaje también lo es. En realidad, es otra cara de Salta la Banca. Esta vez, los dientes se ven en la foto, y no justamente por estar sonriendo…

-El sueño es sueño hasta que se cumple, en ese momento surge uno nuevo ¿Después de todo lo que pudiste lograr hasta ahora con Salta la Banca, surgió alguna nueva meta a alcanzar?

El otro día hablaba con un groso, con Martín de “Brancaleone”, y él me dijo algo que yo entendí como perfecta apreciación… El me dijo: “Vos ya la pegaste… El día que armaste una banda como la que tenés, y decís lo que querés, y hay un tipo ahí escuchándote, y que viaja y paga para verte, vos ya la pegaste”… Y es así.

Pero la meta a alcanzar va a ser siempre la misma: quedar en la historia, para siempre.

-El rock, como se lo conocía en un principio, fue cambiando a lo largo de los años. En la actualidad tal vez encarna más un compromiso o una idea, dejando un poco de lado lo estrictamente musical. Hoy ¿Qué es el rock para vos?

Puede que esté muy de acuerdo con tu lectura de la cosa. Siempre lo dije… El rock es mucho más que un par de guitarritas distorsionadas, y veinte solos por canción. Es mucho más que un séquito de idiotas autodestruyéndose. El rock es un canal por el que un tipo puede decir mil cosas que millones de gente no puede decir. El rock despierta, concientiza, exhorta, calienta… El rock es la termita que vive en en el esfínter del sistema.

-Cualquier expresión del arte tiene influencia en la gente. El que escribe un libro, el que pinta, el que hace música quiere transmitir algo. ¿Qué quiere transmitir Salta la Banca?

Conciencia, en primer lugar. Pero muchas cosas… Sensaciones, como cualquiera que se dedica a desarrollar una actividad. Las más viscerales. Así como también, la necesidad de que uno pueda germinar la necesidad de acercarse al diccionario, a la retórica, sin hacer alardes. Todos sabemos quiénes son los promotores de la grandilocuencia y la diplomacia. Poco tiene que ver eso con la cultura, con la gente.

-¿Se puede dar un adelanto de las fechas de este año o todavía no están dispuestas?

Hay un par de viajes, como el de Bahía, y hay una fecha en el Sur, a mitad de año. Es todo lo que sé……… Jajajajajajajaja.

-¿Cuánto ayudo Internet a Salta la Banca y cuánto crees que ayuda a las bandas en general?

Internet, y más que la Internet, las redes sociales, fueron altas promotoras de esta suerte. Sin dudas. Ayuda mucho que el mundo tenga alcance a absolutamente todo. Por eso depende de las bandas, y de las ganas de que ese sueño se haga flama.

-¿Cómo trabajas las composiciones de las letras?

No tengo una metodología determinada, pero la mayoría de las veces, me siento sabiendo a qué voy a escribirle, y depende de cómo la quiera encarar. Si creo que lo más sensato es hacer una historia, la encaro desde ahí… Si no, no sé… La verdad es que es un evento espontáneo.

-Se te ha escuchado decir que sos un enfermo de los matices ¿Podés confirmar esto contándonos sobre tus gustos musicales?

Claro… A lo largo de mi vida he escuchado absolutamente de todo (en lo que mi hermano, Diego, tiene mucho que ver). Metal, Grunge, Punk, rock de acá, de allá y de todas partes, trova, pop, reggae… Pero mis grandes influencias están siempre en su lugar… Redondos, Silvio, Ismael, Joaquín…

-¿Alguna vez imaginaste, en las épocas en las que solo tocabas con Beto, que iba a suceder todo esto? ¿Cuándo fue que te diste cuenta que lo que habían empezado podía llegar a ser muy grande?

Yo creí siempre en el apogeo de lo que siento, uno no puede dejar de pensar en eso. Pero lejos estaba de imaginarlo: esto es de ensueño.

-¿Qué es Salta la Banca en tu vida?

Mi vida, justamente. Lo que soy, mi investidura. Lo que siento, y la forma de decirlo, que siento perfecta.

-¿Qué se siente al saber que hoy, hay gente que prefiere ir ver a Salta la Banca, antes que ir a ver al Indio Solari?

En esa dicotomía se pueden presentar muchísimos factores, algunos más sensatos que otro. Naturalmente, claramente, obviamente, entiendo que no tenemos nada que hacer al lado de tal deidad… Pero bueno, tal vez algunos prefieran sentir las cosas de otra manera en éste momento. Cuestiones que me exceden, pero que no dejo de disfrutar.